Informe Howden sobre el riesgo geopolítico en 2024

El consenso forjado desde hace tiempo sobre el fin de la inflación y el eterno capital barato ha llegado a su fin a causa de una serie de sacudidas que no solo han culminado con la mayor subida de los precios y los tipos de interés desde la década de los setenta, sino que además han generado un cambio geopolítico con fuertes implicaciones a nivel internacional para la seguridad, la inversión, el comercio, las cadenas de suministro y la estabilidad política.

La economía global ha demostrado ser sorprendentemente resistente a estos cambios tan transformadores. A pesar de tener que hacer frente a una gran volatilidad e incertidumbre tras la pandemia de la COVID-19, la invasión rusa en Ucrania y, ahora, la interrupción del transporte marítimo en una de las rutas de comercio más importantes del mundo debido a la guerra en Oriente Medio, el crecimiento se ha mantenido mejor de lo esperado y ha plantado cara a las predicciones generalizadas de recesión.

2024: ¿un año decisivo?

Las expectativas para este año son positivas, con cada vez más revisiones del crecimiento, un indicativo del optimismo que ha impulsado a los mercados de capital a registrar máximas en varios países. Sin embargo, la inflación persistente (que aumenta las solicitudes de crédito), las tasas de interés elevadas y las tensiones geopolíticas siguen pesando sobre la economía mundial; y con el «mayor año electoral de la historia» en 2024, las empresas y (re)aseguradoras continúan operando en un entorno de alto riesgo.

Nos enfrentamos a un panorama de riesgos muy complejo y variable, tanto en macroeconomía y geopolítica como en tecnología. Las tensiones son altas, ya que más del 40 % de la población mundial vota en un contexto de incertidumbre económica y un aumento de los conflictos armados, así como la proliferación de las redes sociales y la inteligencia artificial.

El riesgo de escalada en zonas de conflicto es una amenaza constante, sobre todo para los recursos en Oriente Medio. Una continuación prolongada del conflicto en la región, o la extensión a otras zonas, podría intensificar los riesgos e invertir las tendencias de desinflación a nivel mundial. 

La inquietud entre la población sigue siendo elevada en países más «estables», ya que existe un descontento generalizado debido a las desigualdades, la crisis del costo de la vida y una mayor privación de los derechos. Además, las dinámicas de poder aumentan a medida que los países buscan dominar las zonas de donde se obtienen materiales cruciales para la transición energética.

El aumento de las tensiones geopolíticas y la escalada del riesgo en los puntos álgidos mundiales son amenazas constantes

Las empresas de todo el mundo no sólo se enfrentan a la incertidumbre que plantea un año electoral histórico. Los conflictos en Oriente Medio y Ucrania, junto con las persistentes tensiones a través del estrecho de Taiwán, amenazan la seguridad energética, las cadenas de suministro mundiales, el comercio internacional y, por extensión, el resurgimiento de la inflación.

La fragmentación geopolítica también está provocando cambios estructurales en el comercio mundial tras la invasión rusa de Ucrania, al redibujar los mapas del comercio en todo el mundo y traer consigo la posibilidad de cambios significativos en las cadenas de suministro. Todo ello subraya la necesidad de que las empresas aseguren sus cadenas de suministro y reduzcan su dependencia de los focos geopolíticos.

La interrupción de la navegación en el Mar Rojo es la última sacudida al comercio. También se ha registrado recientemente un resurgimiento de la actividad de los piratas somalíes. El mercado de seguros de guerra marítima sigue apoyando a los buques que transitan por zonas inestables, con ajustes de precios que reflejan el aumento de los riesgos. Las tarifas de flete también han aumentado, con datos de terceros (Freightos) que muestran un incremento del triple en determinadas rutas desde el inicio de la crisis. No obstante, se mantienen muy por debajo de los niveles alcanzados en 2021/22 y se han moderado en las últimas semanas.

Un mercado de seguros a la altura

Todo lo anterior está teniendo un impacto en la toma de decisiones en torno a las inversiones, las cadenas de suministro y las operaciones. Ante una escasa perspectiva de que el entorno macroeconómico ceda, las empresas tienen que prepararse y protegerse ante este aumento de los riesgos. Al hacerlo, se están encontrando con un mercado de seguros dispuesto a ayudar a los clientes a medida que la competencia genera una mayor capacidad y precios relativamente estables.

Al facilitar la situación en este periodo de inestabilidad y mantener una cobertura en áreas de alto riego, los seguros están favoreciendo el funcionamiento del comercio internacional que permite la puesta en marcha del transporte marítimo y la inversión de las empresas. No obstante, queda mucho trabajo por hacer para aquellos riesgos escasamente asegurados que son particularmente relevantes hoy en día, como las cadenas de suministro y la interrupción de los negocios sin daños. Los avances en datos y análisis, junto con el pensamiento creativo en torno a las estructuras tradicionales y los desencadenantes paramétricos, están generando beneficios mutuos, tanto para los compradores (nuevos productos) como para los operadores (nuevas oportunidades de crecimiento a medida que disminuye el impulso de los precios).

Howden está a la vanguardia de estos esfuerzos aplicando conocimientos y experiencia diferenciados para ofrecer soluciones pioneras. En un contexto protagonizado por la incertidumbre causada por sacudidas macroeconómicas y geopolíticas, los compradores de (re)aseguros necesitan análisis detallados de los impulsores del mercado más importantes. Howden ha tomado las riendas proporcionando liderazgo intelectual de vanguardia y asesoramiento sobre transferencia de riesgos para ayudar a los clientes a gestionar la volatilidad extrema y maximizar su potencial.